Blog

Un hombre consulta su teléfono en Times Square. Los datos de teléfonos móviles utilizados por el gobierno muestran qué espacios públicos siguen atrayendo multitudes.

WASHINGTON – Funcionarios gubernamentales de todo EE.UU. están utilizando los datos de localización de millones de teléfonos móviles para comprender mejor los movimientos de los estadounidenses durante la pandemia de coronavirus y su posible impacto en la propagación de la enfermedad. El gobierno federal, a través de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades y los gobiernos estatales y locales, ha empezado a obtener análisis de la presencia y el movimiento de personas en zonas específicas de interés geográfico a partir de datos de teléfonos móviles, según personas familiarizadas con el asunto. Los datos proceden del sector de la publicidad móvil y no de los operadores inalámbricos. El objetivo es crear un portal para funcionarios federales, estatales y locales que incluya datos de geolocalización de hasta 500 ciudades de EE.UU., según una de estas personas, para ayudar a planificar la respuesta a la epidemia. Utilizando los datos, que no identifican información como el nombre del propietario de un teléfono, las autoridades pueden saber cómo se está propagando el coronavirus por el país para mitigar su avance. Muestra qué tiendas, parques y otras zonas públicas siguen atrayendo multitudes que podrían acelerar la transmisión del virus. En uno de esos casos, los investigadores observaron que los neoyorquinos se reunían en gran número en Prospect Park, en Brooklyn, y transmitieron esa información a las autoridades locales, según explicó una persona. Se han colocado carteles de advertencia en los parques de Nueva York, pero aún no se han cerrado.

Los datos también pueden mostrar el nivel general de cumplimiento de las órdenes de permanecer en casa o mantenerse a salvo, según los expertos de dentro y fuera del gobierno, y ayudar a medir el impacto económico de la pandemia mostrando el descenso de clientes en tiendas, kilómetros recorridos en coche y otras métricas económicas. Los CDC han empezado a recibir análisis basados en datos de localización a través de una coalición ad hoc de empresas tecnológicas y proveedores de datos, que colaboran con la Casa Blanca y otros funcionarios del gobierno. Los CDC y la Casa Blanca no respondieron a las solicitudes de comentarios. La creciente dependencia de los datos de localización de los teléfonos móviles sigue planteando problemas de privacidad, especialmente cuando los programas son gestionados o encargados por los gobiernos. Wolfie Christl, activista e investigador de la privacidad, afirmó que la industria de los datos de localización está “lavando las manos” con productos que suelen violar la privacidad.

“Ante la catástrofe que se avecina, en algunos casos puede tener sentido utilizar análisis agregados basados en los datos de los consumidores, aunque las empresas recopilen los datos de forma secreta o ilegal”, afirmó Christl. “Dado que la verdadera anonimización de los datos de localización es casi imposible, es imprescindible contar con fuertes protecciones legales”. Estas protecciones deben limitar el uso de los datos y garantizar que no se utilicen posteriormente para otros fines, añadió.

Los defensores de la privacidad de los datos temen que incluso los datos anonimizados puedan utilizarse en combinación con otra información disponible públicamente para identificar y rastrear a personas.

Algunas empresas del sector estadounidense de datos de localización han hecho públicos sus datos o análisis o han puesto sus datos brutos a disposición de investigadores o gobiernos. LotaData, con sede en San Francisco, lanzó un portal público para analizar patrones de movimiento en Italia que podrían ayudar a las autoridades a planificar brotes epidémicos, y planea portales adicionales para España, California y Nueva York. La empresa Unacast lanzó un “marcador de distanciamiento social” público que utiliza datos de localización para calificar los lugares en función del grado en que sus habitantes siguen las instrucciones de permanecer en casa.

Otros gobiernos estatales y locales también han empezado a encargar sus propios estudios y análisis a empresas privadas. Foursquare Labs Inc, uno de los mayores proveedores de datos de localización, declaró que está en conversaciones con numerosos gobiernos estatales y locales para utilizar sus datos.

Investigadores y gobiernos de todo el mundo han recurrido a un mosaico de autoridades y tácticas para recopilar datos de teléfonos móviles: a veces esperando el consentimiento voluntario de empresas o particulares, en otros casos utilizando leyes pensadas para el terrorismo u otras emergencias para recopilar ingentes cantidades de datos de ciudadanos con el fin de combatir la amenaza del coronavirus.

Investigadores del Instituto Tecnológico de Massachusetts han puesto en marcha un proyecto para rastrear a los voluntarios de Covid 19 a través de una aplicación de teléfono móvil. Empresas de telecomunicaciones de Alemania, Austria, España, Bélgica, Reino Unido y otros países han compartido datos con las autoridades para ayudar a combatir la pandemia. Se ha recurrido a los servicios de inteligencia de Israel para localizar infecciones mediante tecnología de rastreo telefónico antiterrorista.

En Estados Unidos, la mayoría de los datos utilizados hasta la fecha proceden de la industria publicitaria. La industria del marketing móvil dispone de miles de millones de puntos de datos geográficos sobre cientos de millones de dispositivos móviles estadounidenses, principalmente de aplicaciones que los usuarios han instalado en sus teléfonos y cuya ubicación puede rastrearse. Enormes cantidades de estos datos publicitarios están a la venta.

La industria no está regulada en gran medida por las leyes de privacidad vigentes porque los consumidores han consentido el rastreo y porque los datos no incluyen nombres ni direcciones: cada consumidor está representado por una cadena alfanumérica.

Los operadores de telefonía móvil también tienen acceso a cantidades ingentes de datos de geolocalización, que gozan de una protección de la intimidad mucho más estricta en la legislación estadounidense que en la mayoría de los demás países. Según sus portavoces, las principales operadoras estadounidenses, como AT&T Inc. y Verizon Communications Inc., no han sido contactadas por el gobierno para que faciliten datos de localización. Se ha hablado de intentar obtener datos de telecomunicaciones estadounidenses con este fin, pero la legalidad de tal medida no está clara.

Fuente